Ahora muestro las cartas sobre la mesa, y pongo nombre a mis sentimientos y sensaciones. Inseguridad, espantada, entró de nuevo por la puerta cuando Ilusión y Alegría entablaban una conversación en el salón. Corrió hacia ellas nerviosa, tirando todo aquello que se encontraba por el camino. El revoltijo en el salón hizo despertar de la siesta a Ansiedad alarmada, tanto que incluso se cayó de la cama. Las cuatro reunidas en el salón escucharon el problema de Inseguridad, la paranoia que desató comenzó a hacer efecto en los demás, derrumbando a Ilusión y haciendo llorar a Alegría. Una tormenta repentina sacudió la casa. Ansiedad empezó a recoger los objetos tirados y a cambiarlos de sitio, como si la tormenta estuviera dentro y pusiera patas arriba todo. Realidad, empapada, llamó a la puerta para poder cobijarse, y cuando Alegría la recibió, por un momento la confundió con su hermana Tristeza. En aquella casa de locos, Realidad, la más racional de todos, comenzó a decir ...