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Mostrando entradas de mayo, 2016

¿Qué hay más que contar?

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Hoy deseaba hundirme en la marea de relámpagos que regurgitaban en la tarde dulce de nubes grises y hambrientos, el cielo, su plato favorito, no dejaron ni una franja de indicio de si hay en el más allá el paraíso incierto. Los pájaros formaban círculos alrededor del rascacielos que rompía las leyes de la gravedad.  No dejo de pensar si está bien que me deje llevar, la voz flexible y delicada masajea mi sintaxis. El  sueño se hacía más apreciable, la cortina ultravioleta se había retirado de la ventana decorada con hierbajos arrancados del jardín de al lado. Estaba tan feliz de que hayas venido a verme, no tengo puerta, pero no te preocupes que ya me lanzo yo por la ventana, voy a coger carrerilla para volar un rato por esos sueños mundanos. Aún no me tires a la piscina que no es temporada.     ¿Escuchas el sonido de los tambores? Parece como si tiraran libros de texto desde un quinto piso. Espera, ¡esos son los míos!  ¿Pero que les pasan a las nubes? Me están escupiendo en la ca

Aún no.

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Aún tengo tiempo para dedicarte una carta más. Tumbada en el suelo siento como los huesos se me están clavando, pero el dolor merece la pena, contemplar el espacio desde la ciudad de las hormigas me hace sentir pequeña, las pisadas parecen mortales.  Al sentir la nada dentro de mí era tan satisfactorio, me había quedado atrapada en el tiempo, los coches pitaban, los niños gritaban pero no escuchaba nada. Había llegado al nirvana.  Esa molestia en mi espalda se había esfumado como una curación milagrosa, y los suspiros se hacían cada vez más débiles. Perderme de nuevo en el hueco de los latidos espesos que me acariciaban . Desperté del trance cuando el sol saludaba con su calor de verano, sin embargo ¿por qué no disfrutar de esta soledad un poco más? -Abre los ojos. ¿Para qué? No me apetece encontrarme con la realidad, la inquietud llama a la puerta desde primera hora. Al darme cuenta de que cuanto más aprendo del mundo, más miedo me produce. El ser humano, con su subjetividad ca

¿Tendré alucinaciones? Moscas, no me acoséis.

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Sabes que me siento perdida entre el laberinto de vuestras palabras secas y podridas como la pera amarillenta con picotazos marrones. Cambiemos de fruta. ¿Qué hay de diferencia entre una manzana y una pera? Ese melón estallando en tu cara igualmente  te producirá un dolor de cabeza. No separemos los grupos de una cosa, me dejáis sola.  Subo el volumen pero sigo sin entender el mensaje que queréis transmitir. ¿Pájaros, vosotros me comprendéis?  Ojalá pudiera reunirme con ellos, no me quiero contagiar de vuestro egoísmo y de vuestra hipocresía, ¿yo también soy una egoísta por abandonaros? No tenía otra opción. Mi cabeza da vueltas, no resisto más golpes de campana tocando las horas puntas, resuenan tan fuerte como una bocina soplando en mis oídos. Estoy tan enferma que incluso creo que veo las acciones malas en buenas, mierda, si ayer lo veía claro: no pegar, no matar, no robar, no opinar, no mirar raro a nadie, no respirar (la última no fui capaz  de hacerlo, pero es que ya no

"Sss"

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Hola,¿recuerdas mi nombre? Sonaba como un golpe seco cuando lo pronunciabas y terminabas con buen sabor en el paladar, ¿degustaste demasiado esas cinco letras? Joder,¿qué hago aquí? Me siento como si fuera un pañuelo en el cual te sonaste la nariz y ahora estoy en la mierda con tus asquerosos mocos. Aún no me acostumbro a estar de esta manera tan irritante, los platos estrellándose suenan como un gato maullando y eso es mejor que mis gritos de desesperación. Escucha el sonido de los cascabeles de las serpientes como perturbarán tu sueño cómodo, ¿por qué no te despiertas? Están cantando tu sentencia de muerte. No creas que fui yo quien las soltó, si no que fue la venganza de ellas; dado que tienes el cerebro como el puño de un bebé te recordaré los tantos nombres que una vez pronunciaste como un escupitajo. 1,2,3,4,5,6,7... picaduras, ¿sientes tu cabeza vibrar? Debes estar temblando. Para que luego digan que somos el causante del dolor de vuestro pobre corazoncillo. Este c

Mierda, aún sigo vivo.

Las flechas señalaban el camino equivocado, me adentré más en la boca del lobo. Escupe ya lo que tengas que decir ¿o ya me vas a tragar como una serpiente que está en su última piel?  Esa voz ronca de tanto gritar insultos ya te tendrá que escocer,¿te ayudo a arrancarte las desgarradas cuerdas vocales que te quedan?  No hace falta que bailes como un estúpido, ya se nota de qué pasta estás hecho. Estoy preparado para hacer el sacrificio de pegarte un tiro. Vamos, ahora las piernas no me pueden fallar, no si antes aprieto el gatillo. El sonido del impacto retumbó en la sala vacía, los cristales rotos se estampaban contra el suelo, mi imagen destrozada se reflejaba con penuria como un barco hundiéndose en el suelo manchado de desconsuelo.

Timocracia. Oligarquía.

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¿Qué me dices si terminamos con esto? Donde empezaron mis argumentos, tus oídos se adormecieron ¿Por qué será? Esto no fue un deseo mío y simplemente me duele la cabeza; la tinta blanca no puede definir más los detalles de este infierno. Te convertiste en uno de ellos, tan despiadados y hambrientos a todas horas, esperando a un inocente en cualquier esquina oscura aunque sean las tres de la tarde. Tus momentos débiles les atrae. Lánzalos dinero, ¡No, no lo hagas! Los disfraces de vagabundo erosionan, tu confianza está hecho jirones, caíste en su buena voluntad engañosa. ¿Qué harás ahora? Mierda,¿por qué no me escuchaste? ¿y por qué me estás echando? La hora de la caza está por llegar. ¡Ya no me pueden arrancar nada más! ¿Y sabes por qué? Porque fuiste lo último que me robaron, y no fue porque no quise detenerlo, sus palabras son como picaduras de abeja. Acabarás como yo. No tendrá nada que ver con el texto pero me gusta mucho esta canción.

La noche de los fuegos artificiales.

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Traté de escribirte de nuevo y en cambio la suerte estuvo en mi contra. Siempre lo estuvo. Un paraíso distinto al tuyo, alejado como las nubes al sol. Las mágicas llamas chisporroteaban en la boca del mechero, la piedra rueda en tu desgastado pulgar; se te iluminaba la cara y no era por el reflejo del fuego azulado comiéndose tu perilla además de incendiar los fuegos artificiales. Noches en vela, papeles tirados a la basura ¿Qué hago si no se me ocurre la mejor manera de decirte hola de nuevo? Siento como mis manos vibran, un cosquilleo atraviesan mis venas en relieve, los nudillos marcados y enfermizos golpean las despedidas en el aire; los remordimientos, los reproches estaban a flor de piel en mi cabeza. Estas manos no merecen ser acariciadas, ni si quiera uses un desinfectante, las uñas corroídas arañaban tus mejillas encendidas. En las arrugas aún queda la sangre seca que salía de mis cicatrices. No me veas en este estado patético,quizás huí por ese motivo, no te conté