2020

¿Merece la pena hacer un recorrido por el 2020? Por supuesto. 

Mi canción favorita se está reproduciendo mientras escribo esto, para cuando lo lea, en algún momento de mi vida, la seguiré recordando. Esa canción ha estado presente en cada momento de mi vida, intencionalmente o por casualidad. Entonces la letra de la canción queda en segundo plano, el universo de los recuerdos ha tomado su lugar. 

Los números pares son amigables para los supersticiosos, atraen a la buena suerte, o eso dicen. 

Qué gracia.

Se ha comprobado ahora más que nunca que el tiempo es relativo, tan relativo como mi estabilidad emocional. Esta montaña rusa ha durado más de lo que debería, y esta adrenalina me aterra, siento que no llevo puesto el cinturón de seguridad. 

En muchas espirales me he encontrado a mi misma como si fuera un reflejo impreso en un espejo. Y como si hubiera visto un fantasma, cerré los ojos para no desmayarme del susto. 

No voy a negar que era un efecto de choque para enfrentarme a mi misma.

Era un mal necesario reabrir algunas heridas para coserlas definitivamente, ahuyentar de una vez las moscas que giraban entorno a recuerdos en descomposición que sólo intoxicaban la travesía. Y sólo un loco sería capaz de seguirme.

Los impostores harían lo posible por dejarme atrás en la tempestad. Qué agradable sensación cuando se destapa al fin la verdad, los nudos se deshacen y soy capaz de seguir adelante por mi cuenta.

Veo el final de la montaña rusa y he sido capaz de mantenerme en el sitio.

Ya es hora de bajarme.



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