Entradas

Entrada destacada

Historias que merecen la pena

Imagen
A veces no se recuerda el comienzo de una buena historia, pero tampoco apetece que se termine. La sensación aterciopelada de la felicidad es tan adictiva que me aferro a imágenes, olores, sonidos y texturas que, a veces, comparto con alguien. Es por eso que cuando se dice que esa persona ha dejado huella, yo diría, más bien, que ha dejado un arañazo en proceso de cicatrización. El tiempo y el corazón dirá si esa herida cicatrizada permanecerá, se difuminará o se reabrirá por otro arañazo.

Nuevos comienzos

Imagen
Llego al final de este camino dejando la puerta abierta una vez cruzado el umbral, dando la oportunidad a la vida para permitirme terminar historias como se merecen.  Hay casos policiales que nunca se llegan a resolver, se mantendrán en el limbo como tantos otros misterios de la naturaleza incomprensibles para el ser humano. Cabe la posibilidad que me suceda lo mismo, pero quien sabe. Mientras tanto seguiré caminando porque así es el viaje. Nos veremos en la siguiente etapa. *** 13/11/23 Nota: He decidido cambiarme de plataforma y a partir de ahora subiré los textos allí. Por ahora no borraré este blog.  Os dejo el link aquí para que le echéis un vistazo lisenlais.wordpress.com  Espero que hayáis disfrutado de cada una de mis locuras en Blog Indefinido. ¡Y las seguirá habiendo! Pero con un toque más moderno.  ¡Hasta la vista! Os espero allí. 

Aprender a apreciar.

Imagen
Recuerdo tu nombre.  Recuerdo tu rostro.  Recuerdo la última vez que estuvimos juntas como amigas y ahora actuamos como completas desconocidas.  Apareciste sin razón en mi mente una madrugada de verano tardío y, entonces, lo comprendí.  Se dice que las estrellas que vemos en el cielo son mero reflejo del pasado porque, aunque nosotros percibamos su brillo ahora, hace años que dejaron de existir.  Y las personas son como las estrellas.  Solamente el destino sabe quién se quedará a mi lado hasta el final, mientras que yo únicamente puedo admirar el reflejo de su luz en este preciso instante.  ¿Te está comiendo el gusanillo de la incertidumbre? 

Amapolas

Imagen
Recordaremos esta historia por el color de las amapolas pintadas con pintalabios en su espalda.  No hay nada más eterno que el cielo acogiéndonos en su inmenso manto de nubes y estrellas.  No hace falta que estemos en la misma habitación para vernos y decirnos te quiero , porque el cielo ya me muestra tu rostro cuando quiero pensar en ti. El romanticismo puede que no esté en mis venas e incluso me da vergüenza, pero esto es realmente lo que siento, y sé que las palabras tienen más fuerza de lo que piensas. Aunque ahora la ausencia de ellas me están castigando más de la cuenta.  No acalles ahora. En realidad soy una ilusa, sí que necesito escucharte una vez más.  No acalles ahora porque estoy de camino al fin y deseo encontrarte en casa sabiendo que me estás esperando. Recordaremos esta historia por el color de las amapolas pintadas con pintalabios en su espalda.  Yo más todavía. Cielo, recógeme, acéptame ahora porque era mejor el recuerdo que la realidad.

Suerte de estar contigo

Imagen
Esta historia reflejaba las dos caras de una misma moneda, tan diferentes..., pero complementarias.  En el fondo ellas sabían que no podían vivir una sin la otra. Sin embargo, no sabían que ya estaban unidas para siempre.  La ignorancia. El temor. La pasión. El descontrol. El desenfreno. El amor. Toda esa revolución de sentimientos y acontecimientos pusieron alguna vez en duda la intención de una sobre la otra y viceversa.  Pero el destino ya estaba escrito.  Solo faltaba que ambas lo aceptaran. La moneda después de rodar por cada bolsillo, de recorrer un camino de idas y venidas, al fin las caras encontraron su valor.  Eso era lo que faltaba, tiempo para reconocer su valía juntas.                                                                 **** Era la hora de la comida, un hombre acababa de salir del trabajo. Con los hombros hundidos y el estómago rugiendo, arrastraba los pies para llegar a casa cuanto antes. No había tenido un buen día, cabeceaba desanimado. Un destello en el sue

Cuenta atrás

Imagen
Hoy hace sol, ese calor primaveral apetecible me invita a recordarte, a salir fuera y buscarte. Pero esa cadena invisible me apretuja con fuerza, enviando un aviso a mi cuerpo para que me detenga. El tiempo me grita y me castiga mostrándome esa parte de la vida (de mi vida) que estoy perdiendo.  Y mientras yo estoy pensando en qué hacer, tú ya te estarás yendo, estará anocheciendo y seguiré en este círculo, que no es más que mi inseguridad incansable corriendo por mi mente.  Día siguiente: Hoy llueve, me he despertado con amnesia, he hecho las tareas que mi cuerpo me ha exigido por necesidad como si fuera un autómata, me he vestido, salgo de casa con un paraguas y te veo. Antes de recordar quien soy, te recuerdo a ti y te saludo. Antes de recordar lo que pasó ayer, me acerco y te hablo. Y hablamos. Y compartimos mi paraguas porque se te olvidó el tuyo. Y no pasa nada.  Porque cuando me haces preguntas ya no hay dudas porque ya está hecho. No hay cadenas, no hay inseguridades.  He sido

Lo desconocía

En esta historia, el miedo disfrazado de escalofrío, escaló rápidamente por su columna vertebral, exaltando su corazón.  El consuelo del calor del fuego en aquella fría noche dejó de serlo en el mismo instante que su cuerpo estalla en llamas.  Su instinto fue incapaz de empujarle hacia la supervivencia.  No estaba jugando con fuego. Se la jugaron. 

De deseo

Imagen
Desear, verbo en infinitivo.  1.  Aspirar   con   vehemencia   al   conocimiento ,  posesión   o   disfrute   de   algo . 2.  Anhelar   que   acontezca   o   deje   de   acontecer   algún   suceso . Desearía, verbo en primera persona del singular en condicional simple.  Yo, pronombre.  Yo desearía tantas cosas, que el crecimiento de mi ambición me asusta. Si por desear fuera, soñaría todas las noches estar contigo, porque la única cosa que deseo ahora mismo es que no se acabe nuestra única condición: nuestro tiempo juntos.