Moscas en el estómago

Hoy el pasado vuelve cuando las defensas están bajas. Cada suspiro es otro motivo para que mi cuerpo se debilite y no para ordenar los pensamientos. Esta vez los anticuerpos no van a ser los escudos que sirvan para frenar la rabia reprimida, ella quiere avanzar hasta arrinconar al corazón entre las cuerdas de las costillas, haciéndole sangrar más de lo debido. 
Todos los derechos reservados a sus respectivos autoresMientras tanto, el cerebro lucha contra el impulso de las emociones que tratan de acaparar el control de mi cuerpo. 
Sé que esta debilidad la he guardado dentro de un sobre demasiado endeble que pretendía quemar, pero eso solo es más que una excusa por no haberme enfrentado al problema en su día. 

Entiendo que lo próximo que haga no tenga perdón.

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