Mariposas

Las mariposas huyen del frío, se resguardan en las heridas abiertas, la sangre caliente las atrae como una una bombilla emitiendo luz. 

Con sus pequeñas patas hacen cosquillas y se hace imposible no rascarse para hacer desaparecer esa tortura. Pero se aguantan las ganas, solamente para apreciar los colores vibrantes de sus pequeñas alas, que poco a poco se van tiñendo de rojo, alimentadas de nuestro ser.

Y cuando el aire y el frío reseca la sangre se van corriendo. 

Ya no queda nada que las retengan. 



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