Lo que quiero no lo tengo.

Ya no tengo ganas de sentirme así todos los días, mi pena arrastrándose, viéndote como mi dios capaz de callar bocas porque su fe fue correspondido ante los no creyentes.

Tengo sueño y no me dejas dormir.

Tengo sueños que no dejas cumplir.

Y tengo mi sueño a punto de manifestarse.

Llorar de alegría cuando mis músculos están deshilachados. Lo he conseguido. El aliento pesa.
El tiempo ha llegado a invadirme, a hacerme creer que nunca has estado cuando siempre me has estado observando.

Tener ganas de descansar cuando aún tengo más sueño.

Tenerte ganas de abrazar cuando casi eras inexistente.

Y querer ganar a mi impulso de morir antes de que la ilusión desaparezca.

Comentarios