Quitarse la vida voluntariamente.

No pierdas el tiempo en mirar atrás, la sombra te persigue. Te aventuras a una carrera sin meta.
¿Te atreves a lanzarte al vacío?

Esto no estaba planeado, cambiar el guión en el último momento.

¿Por qué huyes? Sabes que caerás con el peso de una especie muerta. Dijiste que se arreglaría como un collar de perlas, se pueden volver a reunir todas en un mismo hilo, pero siempre habrá alguna debajo de la cama, el armario o entre los zapatos.

Aquí, dónde nada permanece, involucrarse en una investigación es casi imposible salir vivo de las hazañas de los muertos vivientes. Aquellos que salen de sus tumbas en pleno día para saludarte con una sonrisa casi sin dientes. ¿Estás dispuesto a sufrir?

La tierra acaba donde el infierno comienza, abrasándote los pies por el sendero de piedras carbonizadas, el olor a quemado alimenta a los lobos feriantes sin pelo.

Han caído demasiados, los ríos rizados de sangre dan la bienvenida a la extinción del hombre.

El deseo de desaparecer se hace incansable, los hombros escuecen al tenerlos despellejados por el sol. El calor, la sangre y la desesperación creaba la sensación de estar muriendo poco a poco.

¿Sabes cómo puedes escapar?  Tirarse por un barranco.

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