Una realidad más.

No te creas que me he olvidado de puntualizar lo que hay dentro de mi cabeza aquí.

Lo cierto es que a veces lo que siento es inexpresivo como la cara de un muerto,y otras veces lo puedo describir tan bien como el sabor de la sangre.

Últimamente la decepción se ha instalado conmigo en esta habitación penumbrosa, podría decir que las personas son irreales o falsos, como aquel que dice que nunca te hará daño o aquel extraño que dijo que puedes confiar en él, aunque creo que esto último lo harías solo porque te ofrece lo que otros no son capaces, pero estás tan perdido en la tristeza que te sucumbe que dirías que sí aunque eso significara olvidar todo lo que una vez sentiste como la complicidad, el deseo o la tristeza, con tal de sentirte bien contigo mismo.

La verdad de esta nota es tan expresiva como las cicatrices marcadas en unos brazos indefensos.
No tiene nada de especial, solo lo dejé ir como tantas otras cosas que aún sigo sin olvidar.

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