Libre interpretación.

Yo, quien más desespero, gané la batalla. Una de tantas que bien ahorcada me tenían. Intentaba yo desatarme el triple nudo de mi garganta. Aspirar el aire cargado de azufre era como volver a casa.

Aún así, la actualización de mi visión despertó el interés sobre la cinta de vídeo; esta corría como ratones de laboratorio en una rueda. 
Eructaba aros de humo, comprimidos estaban en mis pulmones de carbón.

Me has enseñado algo. Quiero ser como tú. Aún estando muerto, siempre permaneces latente en los escritos impresos con tu firma de pluma y vieja tinta.

Comparación con una manzana verde yo creo.

Pensar que no todo es negativo, aunque tampoco una flor caramelizada. Sin embargo, el azúcar agrio se estaba deshaciendo como este relato, tan rápido. Y desde el otro lado del túnel, otra batalla estaba a punto de estallar.

No soy piel de poesía... Pero llenas con tu melodía la inspiración de mi cabeza vacía.


«Hurtas mi vulto y, cuanto más le debe
a tu pincel, dos veces peregrino,
de espíritu vivaz el breve lino
en las colores que sediento bebe,
vanas cenizas temo al lino breve,
que émulo del barro imagino,
a quien, ya etéreo fuese, ya divino,
vida le fió muda esplendor leve.

Belga gentil, prosigue el hurto noble;
que a su materia perdonará el fuego,
y el tiempo ignorará su contextura.

Los siglos que en sus hojas cuenta un roble, 
árbol los cuenta sordo, tronco ciego;
quien más ve, quien más oye, menos dura.»

-Luis de Góngora.

*Lo escuché recientemente y espero que os guste porque  junto con los textos escritos por otras personas, también me inspira este tipo de canciones.

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