Espérame.
Ahora puedo.
Mirando los pies durante meses únicamente te hace perder el sentido de la orientación. Ya no sabes nada: estás obcecado en un ver, en un sentir que no exteriorizas, y que tampoco te implicas en los demás. Vives aislado. Tienes un objetivo.
-La conciencia.
Objetivo cumplido.
Y ahora puedo alzar la cabeza.
Lo siento por haber estado lejos.
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