Lunes 9: Depresión pos-vacacional.

Los días anunciaban la desaparición de un final fatal. La lupa disminuía la visión del más allá que caía como losas de pan duro sobre la cabeza. 

Entonces el cielo clareaba, y de nuevo un amanecer incierto. Un ave sobrevolaba las copas de los árboles alegre, vivaracho. No tenía preocupaciones que atenazaran su libertad de vivir. ¿O sí? 
Entonces sólo podía escuchar los pasos que yo misma estaba dando. No era el momento de que la sombra de un mal sueño arrancara el ánimo.

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