Duda,duda.

No sé lo que hacer, estoy atrapada entre las palabras simples que rechaza mi corazón y el hielo cerniéndose sobre mi columna vertebral. El frío de mi espalda es lo de menos, pero ese aterrador escalofrío que recorre,corriendo por mi cuello hace que tiemble.
Tiemble de desesperación.
El agua del pantano inunda mis zapatos de claqué, ese tintineo en el tablao, ¿dónde se había quedado? Las rodillas, pringadas, gimotean en busca de la orilla.
Sin darme cuenta el agua me llegaba hasta la barbilla y le veía con la taza de café y una toalla en el hombro. Estaba ahí, burlándose.

Lo que necesitaba era ese desprendimiento entre una vida amarga que idealizaba y la realidad que me pertenece. 



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