Masacre en mi edificio.

Gritos embarazosos y risas de fondo. Yo te saludo y recibo agua sucia; los dientes blancos adquirieron ese amarillo correoso.

Te vuelvo  saludar amable hombre, los gemidos de la habitación contigua aumentan de tonalidad ¿Qué pasaría si les encontrara en una página porno? Él con antifaz y ella vestida de gata callejera.
¿Y por qué estoy viendo porno? A no, bueno, en realidad la ventana estaba aún abierta. Desde la otra de enfrente, a tras luz, su cuerpo se enjabonaba,¿ más ruidos sospechosos? Menudos vecinos viciosos.

Libro en mano, líneas mezclándose, no entiendo nada. El minutero sigue su camino transcendental y aquí más que despistada estoy desquiciada, quizás ya te comprenda amigo mío, pero soy tan cruel que no voy a responder a tus mensajes, en realidad.. Estaba claro ¿no?

(A este no le saludaba  y al otro aún estoy esperándole).

Sábanas pegándose a mi piel, noche cerrada y vista en alto. Tortura se le llama a esto. Los unicornios no vomitaban magia ni las ovejas saltaban la espinosa valla.

Mierda,el techo se estaba agrietando, y ahí vino el cubo de agua sucia y viscosa, los vecinos alzaban las manos en señal de disculpa, sonreían con esos dientes adoradores del colorante alimenticio,quiero decir, ¿se les había acabado la pasta de dientes?

Ni televisión ni nada, la intoxicación  de la venta de inmueble (a buen precio por cierto)  ya hacía escocer a mis ojos.

¿Qué hago? ¿ qué se hace en estos casos? ¿será que tendré una mente sucia? Escuchaba la cama chocando contra la pared.

Estoy decidida a mudarme.

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