El sabio que observa

Debilidades

Subiendo las escaleras se detiene y aguarda, una suave brisa pasa por debajo de la puerta que se sitúa cinco escalones más arriba. Un pequeño escalofrío recorre su espalda.
Se siente contrariado porque su cuerpo se ha paralizado, el vértigo cada vez más fuerte y agobiante, se expande, como las patas de una araña, detrás de su cabeza. 

Aunque no se ha movido un pelo, el miedo a caer empuja a su corazón a latir un poco más deprisa. Y como de una parálisis del sueño se tratase, intenta huir cuando siente algo escalar poco a poco por su cuerpo. 

Pero él solo piensa en escapar.

100 escalones que ha dejado atrás y todavía no se había dado cuenta de que estaba subiendo siempre el mismo escalón en realidad. 
Cuanto más deseaba irse, la puerta se alejaba más y más. Y cuando ya estaba a punto de tocarla, no era capaz.

Estaba atrapado entre el miedo del pasado y la incertidumbre del futuro.

El sabio aguarda y observa que cuanto más mira la bruma que lo está engullendo, más claro ve la silueta de su figura. La brisa arrastra la carga de sus recuerdos.

Ahora la seguridad con la que camina hace temblar las voces de sus debilidades personificadas, avanzando hacia un futuro en el que no estaré yo.

- El trauma.


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