Algún día será.

Miradas fijas en un mismo punto infinito; sonrisas clavadas en imágenes; y sombras arropando tus cansados ojos.
No te molestes, el maquillaje ocultará tu fealdad pero no esos remordimientos fusionados en tu ser.

Retrocedo sobre mis pasos y mi bien moral vuelve a reconstruirse como los pedazos de cristal clavados en mí. Aún sigo brillando en la noche, cada una de las estrellas se reflejan en mi piel; por lo menos espero que seas admirador del cielo para ver mis cartas de amor en código morse.

Perdí la esperanza bendita, entre el desespero y la depresión de mis pasos hacia la nada, hacia la muerte que estos ojos han vislumbrado en los días encharcados y la lluvia decapitándome sin remedio.

Algún día será.

Miradas fijas en cada uno de nuestros rasgos, pero yo más que tú, desearía no olvidarte después de otra noche más...


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